Un mes ha pasado ya desde que la ley europea de protección de datos, la RGPD, se puso en marcha y hacer el primer balance de lo que está suponiendo y del impacto que está teniendo para las marcas y las empresas deja ya un dato preocupante para ellas. La aplicación de la nueva normativa ha logrado que aumenten las protestas y que crezcan las quejas.
Eso es lo que señalan los reguladores de protección de datos de los diferentes países de la Unión Europa. Como publican en Warc, partiendo de datos asociados a los organismos de protección de datos de diferentes países, se ha producido un considerable incremento de las quejas relacionadas con protección de datos y también hay más notificaciones de brechas de seguridad en datos.
En Francia, por ejemplo, las quejas sobre protección de datos han crecido en un 50% interanual. En el caso de Reino Unido, aunque no han dado datos concretos, han visto un crecimiento generalizado tanto en uno como en otro elemento. En el de Austria, también se ha registrado un crecimiento y esperan que lo haga más en el futuro inmediato. Estos tres países son solo un ejemplo de lo que está ocurriendo, aunque la tendencia a una mayor conciencia y a una mayor actividad en este terreno se puede encontrar también mucho más cerca.
En España, los datos no son tan recientes, pero hace un par de semanas la Agencia Española de Protección de Datos reconocía que ha registrado un incremento en los dos últimos años del 36,8% en las denuncias presentadas sobre el tratamiento de datos en internet.
Los datos implican – o pueden ayudar a concluir – que la activación de la ley ha tenido un efecto no solo sobre las empresas sino también sobre los consumidores.
Sobre las primeras, ha hecho que sean más transparentes, como demuestra que sean mucho más proactivas a la hora de avisar de las brechas en seguridad de datos. Sobre los segundos, la aprobación de la ley habría creado un mayor interés entre el público en términos de protección de datos y de sus derechos como consumidores y usuarios.
Los problemas para las empresas
En el caso de las grandes compañías, la ley las ha puesto en el ojo del huracán desde el primer día, como demuestra que Google y Facebook protagonizasen denuncias en el día cero de la aplicación de la ley. Pero, en realidad, no son las únicas con problemas.
Las pymes, como reconocían desde una compañía de seguridad, All4Sec, a la agencia Efe, todavía están «muy perdidas en cuanto a las implicaciones del nuevo reglamento». Las pequeñas empresas no tienen muy claro qué deben hacer, cómo deben hacerlo y están menos preparadas que las grandes empresas.
De hecho, a tener de la sensación que tienen algunos de los expertos en seguridad y protección de datos, aún no han asumido que la aplicación de la ley ha empezado ya y que tienen que posicionarse de una vez por todas en este terreno.
Los datos de cumplimiento con la normativa no son, en realidad, muy buenos. Según un estudio de Capgemini, el 85% de las empresas sigue sin estar adaptada a lo que la ley pide.