‘Deadpool 2’ nos ha gustado con algún pero, pero que eso no nos impida hacer un viajecito por el lado más salvaje y adulto de los superhéroes. El objetivo: descubrir si esta saga en curso inventa algo o se limita a mejorar una tradición que podría remontarse hace varias décadas…
Hace cuatro años, uno sólo podía soñar con una película de Deadpool (Masacre en los cómics publicados en España). Se rumoreó durante mucho tiempo y Ryan Reynolds estuvo presionando para sacarlo adelante, desde que interpretara una versión lamentable en ‘X-men Orígenes: Lobezno’, pero un día se cayó por las grietas de la producción.
En 2018 ya tenemos más que vista la primera película y esperamos con ansia una segunda parte que espero que haya tenido en cuenta las fortalezas y debilidades de la anterior. Como conviene recordar, nada surge del vacío, y ‘Deadpool’ sólo siguió una corriente irresistible, un hilo cuyo extremo empezamos a tirar…
La filtración que lo cambió todo
Estamos en 2014. La película de ‘Deadpool’ está en un punto muerto. Ryan Reynolds ha dejado de ser una estrella en ciernes por culpa del merecido batacazo de ‘Green Lantern’ en 2011. Aunque tiene alguna joyita por en medio (‘The Voices’ vale cada aplauso), su estatus no es como para encabezar una de superhéroes.
Puede que protagonizar el desastre de ‘R.I.P.D. Departamento de Policía Mortal’ tampoco le ayudara a levantar cabeza.
El caso es que Tim Miller, reclutado por la Fox en 2011 para dirigir, hace una prueba con gráficos por ordenador para convencer a los jerifaltes de la viabilidad de la película. El chico tiene experiencia: a través de Blur Studio ha dirigido cinemáticas para videojuegos como la que tenéis ahí arriba. Pero cuando ‘Green Lantern’ se hunde, sus esfuerzos se quedan en nada… hasta que tres años después, su prueba se filtra online.
Miller se pone nervioso. Piensa que el estudio se le echará encima. Sólo podemos especular si porque se veía acusado o porque descubrirían que fue él: aún hoy, se desconoce quién filtró el vídeo. Hay quien le señala porque, bueno, estaba a punto de cumplir 50 años y aún no había dirigido ninguna película (#objetivosdelavida).
La maniobra sale bien. La película recibe luz verde, en parte porque el ejecutivo que la enterró en 2012, Tom Rothman, ya no está en la Fox. Tim Miller al fin debuta como director de largometraje. Ryan Reynolds recupera brillo y favor de la taquilla.
Así que en 2016, ‘Deadpool’ abre camino a filmes como ‘Logan’ al demostrar que una película de superhéroes con calificación R, es decir, restringida, es viable para imprimir billetes al modo Hollywood. Aunque esa afirmación no es del todo cierta: demuestra que es la primera película de más de cincuenta millones de presupuesto en triunfar. Porque tan sólo unos años antes…
Superhéroes sin superpoderes, pero con superproblemas
Como si fuera una digestión muy pesada, en realidad ‘Deadpool’ lleva mucho tiempo en marcha: allá por 2010, aún con la resaca de la aparición del personaje en ‘X-men Orígenes: Lobezno’ (2009), la película encuentra a sus guionistas y un año después a su director.
Rhett Reese y Paul Wernick conciben la película con calificación R y lo que es mejor, parece que pueden salirse con la suya con esa visión del personaje que tanto Reynolds como Tim Miller, el director, comparten.
En 2010, el clima es mixto. Los superhéroes vuelven a molar gracias a Marvel, pero la calificación R en América lastra la taquilla de ‘Watchmen’ un año antes. Bueno, la R y que está a medio gas, pues deconstruye psicológicamente a los superhéroes mientras los reafirma mediante una efectista puesta en escena.
El punto de inflexión viene con otra película hermanada con ‘Watchmen’, más divertida y feroz: ‘Kick-ass’ tiene los mismos problemas para con el género superheroico que ‘Watchmen’, pero le pasa la mano por la cara gracias a su sentido del humor y a que suaviza las partes más duras del cómic. Es un éxito de taquilla (su secuela, si te lo preguntas, no y con razón).
Pero no nos volvamos locos. ‘Kick-ass’ sólo culmina una época de filmes de superhéroes sin superpoderes que vuelve a florecer (es una larga historia, esto) con ‘Special’ en 2006. Otra buena muestra de esta corriente, aunque fracasara en taquilla, es ‘Super’ de James Gunn, que captará la atención de Marvel y le valdrá fichar para otra comedia indie, ‘Guardianes de la galaxia’.
Pero los ejecutivos tiene mala memoria. El público, también. Es más que probable que el éxito de ‘Kick-ass’, pese a su calificación para mayores de 18 años, espoleara la adaptación de ‘Deadpool’, pero el género superheroico ya había demostrado que podía ser lucrativo con lenguaje malsonante y argumentos moralmente cuestionables… varias veces.
Los años del llanto y el crujir de dientes
¡Bam! En lo que te escribo un epígrafe te planto en la década de los 90. A lo mejor la recuerdas, a lo mejor personas muy plastas te repiten lo molona que fue, tanto da.
Hagamos un ejercicio de memoria, ¿qué película de superhéroes se estrena en esta década, no está recomendada para menores de 18 años y es un éxito de taquilla? Si piensas en un sólo título, has caído en mi trampa, porque son varias.
Desde ‘Darkman’ en 1990 (si bien no estaba basado en ningún cómic específico) a ‘El Cuervo’ en el 94, esta década parece fértil para este tipo de superhéroes. También más diversa: ‘Spawn’ (aunque no fue tan adulta en cine: para vídeo sí salió una versión sin censura) y ‘Blade’ están protagonizadas por afroamericanos, un colectivo que no volverá a encabezar una película de superhéroes basada en un cómic… hasta ‘Black Panther’.
A ‘Blade’, por encima de ‘X-men’ en el 2000, se le atribuye y con razón la racha ganadora de Marvel en la gran pantalla. Antes de los mutantes de Singer, el filme protagonizado por** Wesley Snipes** demuestra algo inédito y aún por corroborar: que se puede iniciar una franquicia, restringida para menores, basada en un personaje de cómic de una de las grandes editoriales y con un protagonista que no sea caucásico.
Vaya, parece que nuestro viaje está a punto de terminar. Hasta ahora, hemos visto que el valor de hacer ‘Deadpool’ y su éxito se deben, a corto plazo, por las modas y decisiones ejecutivas, mientras que a largo plazo son fruto de otros personajes que sentaron una base.
Y te pregunto por triplicado, ¿hemos indagado lo suficiente? ¿O podemos encontrar algo así como el padre de las películas de superhéroes para adultos? Y la que es más importante: ¿me acompañas a lo largo de un último capítulo para descubrirlo?
El padre o el vengador que vino de lo tóxico
Creo que el epígrafe es bastante descriptivo, pero ahí va: el género de superhéroes ya quiso evolucionar en el cine en cuanto hubo ganas. No hicieron falta muchos precedentes, sin contar los viejos seriales de mediados de siglo; tampoco mucho presupuesto, porque ‘El vengador tóxico’ (1984) es de la Troma y ya sabemos que cuesta más una merienda en el VIPS que hacer una película con ellos.
Lo que no quita que el debut de Toxie sea sobresaliente. Y violenta, con escenas crueles en las que casi te alegras de lo que el mutado protagonista le hace a los malos: en una escena, un chico es atropellado y rematado por unos macarras. Y abiertamente punk, con su desprecio al culto al cuerpo ochentero o las figuras de autoridad (¡que el malo es el alcalde!).
Si nos fijamos con lupa, la película dirigida por Lloyd Kaufman y Michael Herz es el antecedente más directo de ‘Deadpool’: héroe deformado por la obtención de sus poderes, parodia del género de superhéroes y sí, gusto por la violencia, aunque maticemos: la de ‘Deadpool’ es estilizada y casi caricaturesca, la de este mutante es árida y grotesca.
A ‘El vengador tóxico’ se la conoce como la película que construyó la Troma, inspiró hasta una serie infantil, pero hizo mucho más. A base de sangre y chistes gruesos, apuntó a una dirección del género que no necesitaba a los críos y, esta vez sí podemos decirlo, fue la primera película de superhéroes para adultos capaz de inspirar una franquicia y reírse de sí misma.
Así llegamos al principio del hilo y sólo queda preguntarnos, ¿qué nos deparará esta parcela del género de superhéroes, ahora que sabemos que navegan por un mar ya conocido? ¿Sabrá avanzar con un chasquido de dedos, como ha hecho la vertiente más popular, o se quedará estancada en chistes gruesos y violencia desmadrada?
De momento, ‘Deadpool 2’ se atreve por igual a abrazar el lado más absurdo (y por tanto, genial) de los cómics de superhéroes, el culo de acero de Coloso y una representación de la comunidad LGTB que ya quisieran hacer con la misma gracia otras franquicias. Pero mejor no sigo, que no quiero quedarme Solo…
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Cómo Deadpool ha reiniciado la moda de los superhéroes para adultos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Adrián Álvarez
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