El pasado 11 de mayo se inauguró el Revela-T 2018, sexta edición del festival de fotografía analógica que se celebra en Vilassar de Dalt (Barcelona), lugar de encuentro de multitud de aficionados que vienen a disfrutar anualmente de todo aquello que rodea el mundo de lo fotoquímico. Aprovechamos la ocasión para entrevistar a Pep Mínguez, máximo responsable del festival.
En esta sexta edición del Revela-T habéis decido apostar por un enfoque más centrado en las exposiciones, que en esta ocasión se construye en torno al lema Odysseys, en referencia a La Odisea de Homero. ¿Promover las exposiciones a partir de una temática o lema es un intento de seguir una dinámica más parecida a PHotoEspaña, por ejemplo?
Es una idea que perseguimos desde la primera edición pero hasta la pasada edición no tuvimos la seguridad de que tendríamos la suficiente cantidad de propuestas para llevarlo a cabo, ahora sabemos que hay mucha gente interesada en participar y lo seguiremos haciendo de esta manera, para dar más coherencia al contenido expositivo del festival.
Un gran porcentaje de estas exposiciones –20 del total de las 50 programadas– se lleva a cabo en Barcelona. Si bien el mayor peso del festival sigue estando en Vilassar de Dalt, ¿pensáis que algún día será la capital catalana la que se lleve el foco de atención o creéis que Vilassar debe mantenerse como epicentro?
Nos gustaría que Vilassar de Dalt siguiera siendo la sede central del festival, es el territorio que dominamos y es bueno que los eventos culturales no estén centrados en la capital, pero creemos que tener una cierta parte del festival en Barcelona es bueno en muchos aspectos. Tenemos mucho público internacional que en algún momento se aloja o pasa por Barcelona y de esta manera pueden seguir visitando exposiciones en las salas adheridas al OFF.
¿Cómo se han decidido los trabajos que serán expuestos y en base a que premisas? ¿A qué aspectos se les ha dado más importancia para realizar la selección de este año?
En principio elegimos una serie de proyectos durante el año y preguntamos a estos fotógrafos si les gustaría exponer, y a finales de año abrimos una convocatoria a la que se presentan cerca de 300 propuestas. Con tanta obra se entiende que la selección no es fácil y lleva mucho tiempo establecer un orden y una línea expositiva, por salas y por localizaciones, aunque muchos proyectos que nos gustaría poder exponer, lamentablemente no se pueden acoger por falta de espacio u otros condicionantes.
Entendemos que organizar un festival de estas características, con un programa cada vez más completo, implica asimismo un presupuesto cada vez mayor. Vemos que seguís apostando por las campañas de micromecenazgo o crowdfunding, pero imaginamos que no es suficiente. ¿Cómo conseguís mantener la viabilidad económica del festival? ¿Conseguís cubrir gastos con el precio de las entradas? A diferencia de ediciones anteriores, ahora se cobra entrada para ver las exposiciones.
El festival es cada vez más grande y su presupuesto crece año a año. Lamentablemente en este país nos han enseñado que la cultura ha de ser gratuita y no es así, nos hemos de ir concienciando todos que si pagamos el cine es lógico que también lo hagamos para poder ver exposiciones. Llenar el depósito del coche nos puede costar 60 € y nos parece normal, pero un libro de 20 € nos parece caro.
Los mecenas de ahora son las fundaciones y otros organismos oficiales que apuestan por la cultura, si no sería imposible llevarlo adelante. En nuestro caso tenemos que agradecer especialmente al Ayuntamiento de Vilassar de Dalt, la Generalitat de Catalunya, la Diputación de Barcelona y la Fundación Banc de Sabadell. Otros organismos de Cultura por el momento no se han pronunciado en estos 6 años
Aparte de las exposiciones, están previstos diversos talleres y demostraciones, además de las charlas. En anteriores ediciones algunos de ellos han estado protagonizados por conocidas personalidades y expertos de renombre internacional, pero con el tiempo parece que preferís apostar por una representación más variada sin tener que centraros solo en grandes nombres.
Y en esta ocasión también tenemos importantes personalidades, en el fin de semana centrado en el fotolibro con Gabriela Cendoya, Vicenç Boned, Willy Rojas o Paco Navamuel y en el siguiente con Luis Poirot, Eduardo Momeñe o el gran Luther Gerlach a quien tenemos por aquí dando un taller de colodión húmedo. O como expositor tenemos al gran actor Jeff Bridges, una figura muy mediática además de un gran fotógrafo.
Aparte del habitual taller de colodión húmedo, vemos en vuestro programa otras interesantes propuestas, como el taller de oilprint Rawlins o el taller de fotograbado, previsto ambos para el próximo viernes 25 de mayo. ¿Qué puedes contarnos sobre ellos? ¿A qué público van dirigidos?
Estos dos talleres son sin duda muy singulares y especializados. Respecto al de oilprinting además hay muy poca gente que lo practique por lo que será muy difícil poder acceder a un taller de este tipo. Los maestros del taller de fotograbado Constanza Isaza y Andrés Pantoja son unos grandes especialistas en esta técnica y vienen expresamente desde Londres para estar con nosotros en el festival. Son talleres que difícilmente encontrareis juntos en otro lugar.
No obstante, muchos de los talleres de fotografía previstos están orientados a las técnicas de laboratorio. ¿Tiene sentido defender la fotografía analógica desde sus técnicas y no desde sus prácticas o desde sus relatos? ¿Veremos en el futuro más propuestas en este sentido?
Siempre hemos ofrecido también talleres teóricos pero en esta ocasión los que habíamos previsto no se han podido ejecutar y los que tenemos son ciertamente técnicos. Seguiremos haciendo de los dos tipos, seguro
El pasado fin de semana lo dedicasteis al cine y el fotolibro, algo que estrenabais para esta edición. ¿Estáis satisfechos con esta nueva experiencia?
En otras ediciones hemos hecho actividades alrededor del fotolibro y esperamos poder seguir haciéndolo por que va mucho con la filosofía del festival y del analógico. Lo que si es una prueba es incorporar la parte de cine analógico que ciertamente cada día gana más adeptos. Estamos muy contentos de poder ir sumando iniciativas de este tipo a cada nueva edición.
Como en otros años, el último fin de semana del festival –del próximo 25 a 27 de mayo– será el que mayor público reúna, especialmente entorno al Parc de Can Rafart de Vilassar de Dalt. No solo por la siempre transitada feria comercial, sino por todas las actividades que se prevén. ¿Cuáles son las más que más destacarías para esta edición?
Este año tenemos actividades gratuitas para el público infantil y familiar, como un taller de Quimigramas con Francisco Gómez y Sandra Sinués, los dos días por la mañana y el sábado un taller de Collage que organiza la Societat barcelonina de Collage. Aparte de todo el sábado, cuando cierran las exposiciones empieza la gran fiesta ReBela´T a la que vale la pena quedarse. Esta empieza con fuego, con els Diables y Tabalers de Vilassar de Dalt, después los grupos Calamento, D-Covers y finalmente con DJ EDU y Tropical Riots.
El año pasado inaugurasteis el Market, donde agrupabais las escuelas, editoriales y vendedores de obra fotográfica. ¿Seguís con el mismo planteamiento para el Revela-T 2018?
Sí, este año el Market estará mas agrupado a la feria comercial, que es donde hay más ambiente y esperamos que los fotógrafos que vendan su obra se sientan más acogidos en esta nueva situación.
Muchas gracias por vuestro tiempo, seguiremos disfrutando un año más –y con este ya van seis– del Revela-T y el mundo que rodea a la fotografía analógica.
Muchas gracias a vosotros por darnos la oportunidad de poder explicar un año más nuestro proyecto en un medio como el vuestro, admirado por todos los que nos gusta la fotografía.