Los anuncios en pre-roll son uno de los formatos publicitarios que más odian los internautas, como han ido demostrando varios estudios a lo largo de los años. En cierto modo, parecía que la industria empezaba a comprenderlo y empezaba a tomar medidas relacionadas con este odio que los internautas mostraban ante el formato. YouTube, por ejemplo, había empezado a intentar limitar la duración de los anuncios y a potenciar formatos más breves, eliminando aquellos anuncios en pre-roll que no pueden ser saltados.
Pero, a pesar de este último paso, los anuncios en pre-roll están encontrando un nuevo universo a la espera de incorporarlos. Las redes sociales se están lanzando a su conquista o están al menos creando el camino para que esto ocurra. Facebook, que ha estado centrando una parte importante de sus esfuerzos en el vídeo en los últimos tiempos, va a introducir el anuncio en pre-roll en más formatos y en más espacios. Ahora estaba en Watch, pero ahora llegará a las páginas o a los resultados de búsqueda (pero no a los vídeos en el feed).
Al final, al odio que se le tiene al formato – que estaba aparentemente prohibido directamente por Mark Zuckerberg – le ha ganado el poderoso Don Dinero. Facebook necesita más espacios publicitarios, el pre-roll es a pesar de todo uno de los formatos publicitarios favoritos de los anunciantes y el resultado de la ecuación parecía claro.
Facebook no está sola en este movimiento. Twitter también va a abrir sus puertas al formato pre-roll en los contenidos en vídeo. Al menos eso es lo que ha dejado claro una filtración a The Wall Street Journal.
Lo que va a hacer Twitter
Twitter está barajando la posibilidad de permitir a quienes publican contenidos en vídeo en la red social el permitirles vender anuncios en pre-roll para esos contenidos. Esto haría que quienes publican contenidos tuviesen mucho más espacio publicitario con el que jugar y que pudiesen perfilar mucho mejor los paquetes publicitarios que ofrecen. Ahora mismo, este tipo de anuncios están limitados a lo que se puede comprar a través de Twitter Amplify (que usa un algoritmo para cuadrar anuncios con contenidos).
Esto haría que más jugadores estuviesen vendiendo este formato publicitario. Para los medios en cuestión serían más potenciales ingresos (ellos se quedan con el 70% de lo que genere el anuncio, Twitter con el 30%), pero además posiblemente tendría un efecto directo sobre la publicidad que se ve en la red social. Si los medios están vendiendo directamente, posiblemente se acabe encontrando más vídeos con este tipo de anuncios.
Los anuncios estarían ligados a los contenidos que medios concretos están subiendo a la red social y que no son exactamente los vídeos de corta duración que circulan por la red, sino contenidos de mucha más larga duración.
La nueva vida del anuncio pre-roll
Y todos estos datos invitan a reflexionar sobre una cuestión. ¿Está volviendo el anuncio pre-roll? ¿Está empezando a conocer una segunda edad de oro el que era sin cuestión uno de los formatos publicitarios más odiados de la red? La cuestión es compleja, porque la percepción de los internautas no ha cambiado sobre el formato publicitario, pero los anunciantes siguen interesados y los responsables de los soportes parecen verlos cada vez más como una continua gallina de los huevos de oro (incluso si es una gallina muy a corto plazo).
De hecho, los anunciantes siguen apostando por formatos de larga duración (a pesar de que los internautas los odian). Un estudio reciente señalaba que para algunos marketeros hacer anuncios breves resulta difícil, porque creen que coarta la creatividad y además los costes de producción no son mucho más bajos que en un anuncio corto.