Un día, los familiares reciben una visita o una llamada en representación de la Séptima Flota de los Estados Unidos para informarles de que han encontrado los restos de un antepasado caído en la Segunda Guerra Mundial, hace más de 70 años. A esto se dedica la Defense POW/MIA Accounting Agency, del Departamento de Defensa de Estados Unidos, a buscar a los militares desaparecidos en combate y, a día de hoy, son más de 73.000 los norteamericanos que participaron en la Segunda Guerra Mundial y que siguen en paradero desconocido. El pasado 25 de febrero fue completada la excavación de un avión y de su piloto, derribados en 1944 cerca de la isla Ngerekebesang, en Palaos, al este de Filipinas y en el océano Pacífico, según ha informado recientemente la Séptima Flota.
El piloto y su avión fueron derribados en 1944 cerca de la isla Ngerekebesang
"Los restos, potencialmente asociados con múltiples pérdidas de aviones, han sido recuperados por el equipo, pero la identidad de los mismos no será revelada hasta que un análisis exhaustivo confirme positivamente su identificación y sean informados los parientes más cercanos por parte de la oficina correspondiente", asegura el comunicado. "Entre uno y seis buzos de la Mobile Diving and Salvage Company han sido requeridos para este trabajo, durante más de 12 horas diarias y a lo largo de los dos últimos meses. El Equipo de Rescate Subacuático ha pasado varias semanas excavando la zona con una gran variedad de herramientas arqueológicas e inspeccionando minuciosamente el lecho marino con el fin de encontrar y recuperar a los militares desaparecidos en la Segunda Guerra Mundial", afirma el capitán Tim Emge, oficial de rescate de la Séptima Flota.