Las redes sociales se han convertido en un elemento determinante para crear una buena marca personal. Los profesionales las emplean como una suerte de altavoces que permiten transmitir cosas y posicionar mensajes, que les ayudan a perfilar el modo en el que quieren ‘contarse’ a sí mismos y también a destacar aquellas capacidades que les convierten en perfiles destacados en el mercado profesional. Si hace unos años para crearse una imagen en el mundo del trabajo había que trabajar ciertas áreas, ahora a todas ellas se suman las redes sociales.
Pero trabajar las redes sociales no implica únicamente estar en ellas, sino que supone hacer un trabajo de creación de contenidos y de ‘curación’ de los mismos. El profesional tiene que ser su propio community manager y tiene que establecer su propia estrategia de redes sociales. A eso se suma que empieza a ser determinante comprender no solo la importancia de estar en las redes sociales, sino también la importancia de hacerlo de un modo efectivo y eficiente y de un modo que no se confunda con nuestro yo social personal. Las fotos del cumpleaños de la abuela, por ejemplo, mejor se dejan para aquellos contenidos que llegan únicamente a nuestros amigos y familiares.
Por tanto, ¿qué debe hacerse en las redes sociales para crear una marca personal sólida y positiva? De entrada, se podría decir que es una cuestión de lógica, pero además hay que trabajar de forma especial ciertas áreas. Partiendo de lo que varios expertos en redes sociales le dijeron a FastCompany, se podría concluir que se deben trabajar tres terrenos.
No solo se trata de mostrar aptitudes, sino también actitud
Las redes sociales son el escaparate de lo que somos capaces de hacer pero, como recuerdan los expertos en recursos humanos, también del cómo somos. Por ello, cuando analizan los perfiles de los candidatos a puestos de trabajo no solo miran que muestren capacidades en una cuestión, sino también el modo en el que transmiten sus actitudes. Es decir, un poco el cómo es porque, al final, es con esa persona con la que tendrán que trabajar los demás. Esto hace que en la presencia en redes sociales sea necesario equilibrar lo profesional con lo personal, aunque eso sí sabiendo siempre en qué red social se encuentra uno.
El cuidar la imagen debería ser ya la lección uno en este terreno
O resumiendo: ya deberíamos tener claro que una foto de perfil debe ser la imagen que queremos transmitir y no el último selfie de las últimas vacaciones. Algún experto incluso recomienda que se tenga una suerte de guía de estilo para la marca personal, teniendo claro así qué se quiere trasmitir y que no. Y esa guía debe servir un poco para todo.
Igualmente, la idea de contar con una imagen cuidada también se deriva a otras cuestiones. No se debería proclamar que se es algo (por ejemplo, un foodie) cuando los contenidos permiten transmitirlo (una buena imagen de comida).
Lo creativo debe ir a tu site personal y LinkedIn debe ser un espacio profesional
No: ni las citas inspiradoras ni las fotos chulas de aquel lugar, por mucho que sea la última feria tech a la que se ha ido, tienen cabida en LinkedIn. Los expertos en recursos humanos señalan que sí quieren que se les muestre la creatividad, pero lo que no quieren es que se haga en esa red social. Para eso, hay que crear una web personal o usar otras redes sociales. Dividir contenidos no es por tanto malo, sino que además permite mostrar de una forma eficiente las varias facetas de la propia personalidad.