Las redes sociales son un elemento cada vez más importante y decisivo en la estrategia de marketing de las empresas, quienes les dedican cada vez más esfuerzos, más tiempo, más trabajo y más recursos. Las redes sociales permiten llegar al consumidor, transmitir información y entrar en terrenos en los que antes las marcas y empresas no estaban presentes.
Pero este crecimiento de las redes sociales no está exento de problemas, meteduras de pata y cuestiones que deberían ser mejoradas. Las marcas y las empresas tienen que estar al día en tendencias en social media marketing y tienen que purgar su propia actividad para evitar ciertos errores que se repiten y que son cada vez más imperdonables. En este último punto, se ha centrado un análisis de Simply Measured, que ha señalado cuatro cuestiones en las que las marcas y empresas ya no se pueden permitir durante más tiempo el fallar.
Obsesionarse con cómo quedan las fotos en el perfil de Instagram
Esto no significa que se pueda de pronto publicar cualquier cosa en Instagram y que ya no sea necesario tener en cuenta que las fotos deben tener calidad, ser originales y distintas y ser lo suficientemente atractivas como para llamar la atención de los consumidores. Lo que supone este punto es que, en realidad, hay que dejar de preocuparse por cómo quedan en el total del archivo, cuando se abre el perfil de la red social (el que en inglés se conoce como ‘grid’).
Varias han sido las empresas y las marcas que han usado esto para hacer cosas más o menos virales y atractivas, usándolo a modo de puzle. Instagram ha cambiado varias veces el número de fotos que mete ahí y además el perfil no es tan importante a modo de punto de conexión entre los consumidores y el contenido. Solo el 1% de las impresiones que generan los contenidos llegan desde ahí. El 99%, según datos de Instagram que recogen en Simply Measured, vienen del feed.
Hacer vídeos perfectos y solo sin mácula
Las redes sociales son un entorno próximo y cercano, lo que hace que en ocasiones los contenidos no tengan ese acabado perfecto que damos por hecho en otros espacios. A las marcas y a las empresas se les exige calidad y cierto trabajo editorial, pero esto no debe hacerles perder ciertas oportunidades. El vídeo en directo y el contenido pegado al tiempo real son muy importantes, incluso aunque sea imposible llegar a la perfección que se puede esperar de un contenido editado. Las marcas no tienen que ser cutres en lo que publican, pero sí un tanto menos exigentes. No pasa nada si no es perfecto, si lo que se quiere es emitir en directo.
Los vídeos en directo no necesitan gráficas de alto nivel o acabados superiores, nos recuerdan en el análisis, pero sí que sean contenidos exclusivos compartidos en el momento adecuado.
Escoger influencers al peso
Uno de los problemas de los influencers y de cómo eran escogidos por las empresas cuando arrancaron estaba en que los responsables de marketing se centraban en los números. Un influencer que les interesase sería un influencer que tuviese muchísimos seguidores. Empezó así una suerte de dictadura de las cifras de followers, algo que no era necesariamente lo más interesante a la hora de escoger al influencer correcto. Cuando este último punto empezó a quedar más claro, se mudó desde la cantidad de followers a las cifras de alcance y el alcance se convirtió en la nueva cuestión sagrada. Sin embargo, los expertos empiezan a ver también aquí simplemente una nueva versión del contratar a influencers al peso.
¿Cómo se debe buscar al influencer durante 2018? La clave estará ahora en ir más allá del número de seguidores y del ‘reach’ y empezar a buscar lo que hace que sean distintos. Esto es, en vez de quedarse con números hay que buscar a un influencer que tenga una personalidad clara y que tendrá un impacto en la marca con ella. Se trata de buscar perspectiva, habilidades y conocimientos para crear contenidos que resulten llamativos, diferentes y beneficiosos para las marcas.
Ignorar oportunidades en aquellas redes sociales y formatos que aún no tenemos claro
Instragram Stories puede ser una oportunidad para contar historias con gancho y para llegar a las audiencias, aunque quizás el mejor ejemplo de este último punto – y de cómo las marcas fallan en esta cuestión – sea LinkedIn. Como recuerdan en el análisis, hay que dejar de compartir contenidos en LinkedIn solo por estar ahí, como se podría hacer en Google + en el pasado, y hay que comenzar a centrarse. LinkedIn necesita una estrategia propia y un trabajo cuidado, ya que cada vez es más importante y cada vez permite más cosas.