Después de la presentación del nuevo Mate 10 de Huawei en Múnich, el pasado 16 de octubre, y un primer análisis del mismo en las horas posteriores a la presentación, hemos podido finalmente probarlo desde un punto de vista exclusivamente fotográfico. El hecho de que la cámara dual, desarrollada en colaboración con Leica, haya mejorado sensiblemente su abertura máxima con ese f/1,6 en sus dos ópticas nos invitaba a ser optimistas. Nos hemos lanzado a las calles de Madrid para comprobar de lo que es capaz de hacer este smartphone, abarcando distintas situaciones de luz, escenarios y modos de captura.
Nota: A menos que conste lo contrario, todas las imágenes de muestra que ilustran esta prueba no presentan ningún tipo de postprocesado.
Fotografía de exteriores
En exteriores, con luz suficiente, el Mate 10 pasa la prueba con un sobresaliente, solventando incluso aquellas escenas con fuerte contraste.
Sin embargo, puede mostrar ciertas inestabilidades en la exposición, especialmente en fotografías realizadas de manera consecutiva, en condiciones de luz extremas. El balance de blancos es, no obstante, preciso y consistente a lo largo de múltiples disparos. Detectamos, eso sí, una ligera tendencia hacia colores cálidos, que le confieren, sin embargo, un aspecto agradable. En cuanto a la textura y los detalles, son excelentes en estas escenas estáticas sin problemas de luminosidad.
Fotografía de calle
Existe hoy en día una creciente tendencia al uso del smartphone para la llamada “street photography” o “fotografía de calle”. El hecho de llevar permanentemente un terminal móvil encima, que no pese, que se desbloquee fácil y rápidamente y que sea menos intrusivo que cámaras de mayor tamaño –cuyo uso delata inmediatamente a quien se la lleva a la cara–, hace que el teléfono móvil sea una herramienta cada vez más utilizada para fotografiar y documentar la vida de nuestras calles.
Hemos querido probar la doble óptica del Mate 10 para este tipo de fotografía. Para ello, hemos realizado fotos usando el modo monocromático, que utiliza el sensor de 20 Mpx desprovisto del clásico filtro RGB, con lo que se consigue una mayor nitidez –al no existir interpolación alguna–. Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, consideramos imbatible el modo monocromático de los terminales de Huawei desde su asociación con Leica. La gama tonal de grises que despliegan las fotografías realizadas en este modo no tiene parangón con ningún otro terminal del mercado.
Por otro lado, hay que tener especial cuidado con la medición de luz, cuando dejamos que ésta la realice el terminal de forma automática. La fotografía de calle se caracteriza por ser, en muchas ocasiones, un tipo de fotografía que se realiza “al vuelo”. La escena que queremos inmortalizar ocurre en décimas de segundo. Unos segundos después, la escena ha variado y ya no nos interesa. Debemos ser rápidos. Por este motivo, normalmente no ajustamos los parámetros en el modo profesional del terminal –”Pro”–, o no nos da tiempo a pulsar en la pantalla dónde queremos que el terminal mida la luz. Es por esto por lo que dejamos que sea el teléfono el que, en décimas de segundo, mida por nosotros. Y en estos casos ha sido cuando hemos detectado que el terminal tiene tendencia a la sobreexposición.
Sin embargo, hay ocasiones en las que hemos podido detenernos tranquilamente en un punto de la calle en el que, por sus condiciones de luz y sombra, entrevemos un buen escenario, y simplemente esperamos a que pase un sujeto interesante para capturar. En estas condiciones sí tenemos tiempo de decidir dónde medir la luz, y en este caso, el resultado de la foto monocromática realizada por el Mate 10 nos satisface plenamente, con un contraste luz-sombra realmente conseguido.
Un pequeño inconveniente que detectamos en el Mate 10 –y, en general, en otros terminales de Huawei–, es el ligero retardo de disparo. Éste se acentúa aún más cuando el terminal se calienta por un uso continuado del mismo. En “fotografía de calle” puede suponer un gran inconveniente, llegando al perder el llamado “momento decisivo”. Son solo unas décimas de segundo, pero pueden ser fundamentales. La siguiente fotografía fue capturada cuando el sujeto pasaba por el punto medio del encuadre y, sin embargo, como se puede comprobar, el sujeto ya está saliendo del mismo.
Efecto ‘bokeh’
Como viene siendo habitual desde hace ya unos años, las cámaras de los terminales de última generación, pese a ser más un gran angular que un “tele”, tienen la capacidad de enfocar objetos muy próximos, desenfocando el resto de objetos situados en el mismo encuadre. El Mate 10, como podemos comprobar en las siguientes imágenes, interpreta a la perfección la distancia de los objetos gracias a su cámara dual, pudiendo el fotógrafo decidir qué objeto aparece enfocado, y cuál desenfocado.
Desde la aparición del P9, Huawei ha implementado el modo de “apertura ampliada” o efecto bokeh. Es un modo que activamos cuando queremos centrar el foco en un objeto próximo y desenfocar de manera transicional el resto de la imagen. En el Mate 10, gracias a su NPU, funciona muy bien cuando el fondo a desenfocar es nítido y homogéneo. Las fotos realizadas usando este modo se capturan con una apertura “virtual” de f/4, pero en su edición posterior podemos simular una apertura entre f/0,95 y f/16.
Sin embargo, detectamos, como ya ocurría en modelos anteriores, que en ocasiones el software que crea este efecto se “confunde” y se producen interpretaciones erróneas en los elementos desenfocados, especialmente cuando el fondo es heterogéneo. A veces no es el fondo el que crea esta confusión, sino el objeto en primer plano, cuando tiene un contorno irregular, como en el caso del pelo de una persona.
Los resultados que se consiguen con el Mate 10 a la hora de hacer retratos son variables. Tanto en modo automático como en “modo retrato” activado, la detección de la(s) cara(s) es inmediata y, comprobamos cómo el sistema de reconocimiento de la NPU funciona con celeridad, apareciendo inmediatamente en la esquina inferior izquierda el icono de un rostro, y aplicando el correspondiente desenfoque.
Como viene siendo habitual en el terreno de la fotografía móvil, desaconsejamos el uso de zoom digital por el hecho de ”pixelizar” excesivamente la imagen. Sin embargo, el “zoom híbrido 2x”, hace uso de la cámara dual para combinar la señal de las dos capturas fotográficas, la toma a color a 12 Mpx y la monocromática a 20 Mpx para obtener una imagen “ampliada”. Los resultados nos han parecido satisfactorios, obteniendo resultados con una gran nitidez.
Por último, hemos probado el Mate 10 en situaciones de luz escasa, para forzar valores elevados de sensibilidad. Aquí es donde más podemos apreciar ese aproximadamente paso de luminosidad ganado en la apertura máxima, de f/1,6, con respecto a modelos anteriores, con f/2,2. Las tomas han sido realizadas usando el modo ‘Pro’ del terminal en modo prioridad de velocidad, ajustando los niveles de ISO a los valores que nos interesaba probar y dejando al terminal elegir de forma automática el tiempo de obturación. A su vez, hemos activado la captura en formato RAW para poder comparar.
Como podemos comprobar, la imagen obtenida en formato JPEG presenta un fuerte procesado que la dota de ausencia de “ruido”. La nitidez sin embargo se resiente y los tonos son más saturados, siendo la captura en formato RAW más respetuosa con la calidad general de la imagen pero a su vez mucho más “ruidosa”. Seamos conscientes además de los grados de ampliación y usos comunes, seguramente serán en este territorio más útiles las versiones JPEG que las versiones RAW para el target de usuario móvil general.
El Mate 10, como viene siendo habitual desde el P8, dispone de una función denominada “modo nocturno“, que consideramos muy interesante para la captura de fotografías una vez caída la noche. Lo hemos puesto a prueba de dos modos distintos; ajustando manualmente el nivel ISO y dejando al terminal que lo elija automáticamente.
En ambos casos podemos ver, en tiempo real durante el tiempo de la captura, como se va “dibujando” la imagen a medida que el Mate 10 va capturando la luz. No podemos comparar, sin embargo, las fotografías que hemos realizado con su versión RAW, pero podemos comprobar cómo la luminosidad de las mismas es excelente, presentando en JPEG una imagen más nítida gracias al buen hacer de su procesador, manteniendo al mismo tiempo unos colores atractivos. Aunque puede haber usuarios que prefieran el formato RAW para procesar las imágenes partiendo desde el estado “crudo” de las mismas, tanto fuera como desde el mismo terminal, nos ha gustado mucho el trabajo que realiza el terminal en este modo “toman nocturna”.
Conclusiones
No debemos olvidar que la mayoría de usuarios que usa un smartphone para hacer fotografías es habitualmente “amateur”, sin profundos conocimientos técnicos y, por lo tanto, un usuario que usará habitualmente el modo automático, dejando que el software implementado en el terminal decida los parámetros que mejor se ajustan a la escena que queremos capturar.
Partiendo de esta premisa, y también de que la serie Mate de Huawei no está dirigida principalmente al uso fotográfico del terminal –al contrario que la serie P– sino que está orientada a obtener un mayor rendimiento a nivel laboral, podemos concluir, tras las pruebas de campo realizadas con el Mate 10, que es un gran dispositivo para la fotografía.
La NPU es capaz de reconocer en tiempo real, y de manera acertada la mayor de las veces, las diferentes escenas con las que se va a encontrar el terminal, ajustando de manera automática y precisa los parámetros más adecuados a cada escena.
La apertura de diafragma f/1,6 es sin duda una gran mejora, lo cual nos permite trabajar con niveles de sensibilidad más bajos en las mismas condiciones. Debemos, sin embargo, estar atentos cuando hagamos fotografías en modo automático, dejando al terminal la elección de la medición de luz, pues puede presentar una cierta sobreexposición, como ya hemos visto anteriormente. Esto puede ser un factor en contra a la hora de realizar “fotografía de calle”, junto con el hecho de que el teléfono responde con un ligero retardo a la presión del disparador.
Sin embargo, en espacios exteriores el terminal responde de una manera excelente. Con una velocidad de enfoque elevada, estas tomas presentan una gran nitidez, luminosidad y gama cromática. El terminal también resuelve muy bien los retratos, detectando con gran rapidez y precisión la presencia de caras en una escena, y ajustando los parámetros automáticamente los parámetros correspondientes. Finalmente, el efecto bokeh permite conseguir retratos muy vistosos.