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jueves, diciembre 26, 2024
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17 películas de ciencia ficción imprescindibles en lo que llevamos de siglo XXI

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Minority

En lo que llevamos de nuevo siglo ha habido una explosión de cine fantástico de gran concepto que tal vez no tenga precedente. La reaparición del blockbuster de ciencia ficción de concepto, la proliferación de autores con amplia formación de género y el atractivo en la taquilla de toda una nueva generación de espectadores que ya se han pasado a Spielberg han dado lugar a una buena cantidad de títulos que merecen el calificativo de nuevos clásicos.

Como es natural, es imposible incluir a todos, y probablemente los habrá mejores, pero esta pequeña y subjetiva selección sirve como idea general, como muestreo de lo que ha dado de sí la ciencia ficción. No he incluido algunos títulos que podrían considerarse merecedores del puesto, aunque en otros casos como, la que sería la mejor del lote, ‘Mad Max: Furia en la carretera‘ (Mad Max: Fury Road, 2015), se obvian por pertenecer más a otros subgéneros, si no, no acabaríamos nunca.

‘A.I. Inteligencia artificial’ (2001)

El revuelo que causó a nivel crítico en su momento ha ido descubriendo con el tiempo a un film tan importante que los posteriores, sobre androides y sus problemas existenciales del resto del siglo, se han ido modelando sobre sus cimientos. Además, la reunión de Steven Spielberg y Stanley Kubrick (quien le pidió a primero que lo dirigiera cuatro años antes de su muerte) no deja de un hito ser irrepetible. ‘A.I.’ fue la primera del ciclo de ciencia ficción madura de Spielberg, que vuelve a contar Pinocho de forma emotiva, sin olvidar su habitual discurso del padre ausente.

‘Donnie Darko’ (2001)

Provocadora, inescrutable y extraña, esta historia sobre un adolescente atormentado por las visiones de un apocalipsis inminente y su papel en el mismo se ha convertido con toda justicia en un título de culto. Tremendamente influyente, El debut de Richard Kelly es misterioso y surrealista, una revisión de ‘El guardián entre el centeno’ a través de una indefinible mezcla de géneros desde película de iniciación, drama de instituto y rompecabezas metafísico de scifi terror. Todo funciona, gracias a la visión de Kelly y un gran papel de un joven Gyllenhaal.

‘Minority Report’ (2002)

Philip K. Dick ha sido abordado con asiduidad en el nuevo siglo, y aunque muchas de esas visitas han sido muy sólidas, esta ambiciosa obra de Spielberg, aliado por primera vez con Tom Cruise, tiene una premisa que se vende por sí sola: una unidad de élite encargada de prevenir los asesinatos antes de que sucedan y un agente de la misma, acusado. Todo un visceral thriller de persecución dentro de un mundo inquietante e inmersivo en el futuro próximo. Determinismo, intrusión de instituciones en la vida privada… no hace falta decir que es hoy más relevante que en su día.

‘Señales’ (2002)

Odiado por muchos, adorado irracionalmente por otros, el inimitable M. Night Shyamalan consiguió aquí una de sus pocas muestras de narración sólida sin depender de un final sorpresa o un giro intragable. Por ello, esta su película más imperecedera, menos envejecida y en la que mejor encajó su excéntrico sentido del humor con sus aspectos Spielbergianos o su manejo de la tensión a lo Hitchcock. Un oasis en el cine comercial de género, con una elegancia y minimalismo envidiables, lamentablemente desaparecidos en sus títulos posteriores.

‘Serenity’ (2005)

Aunque siempre la veremos como el clímax de su serie, este largometraje cierra el concepto ‘Firefly’ de forma espectacular. La idea del director Joss Whedon de crear un submundo del lejano oeste en el espacio, redefiniendo la space opera basándose en el personaje de Han Solo, no sólo ha influenciado el mundo de ‘Guardianes de la galaxia’, sino que ha llevado su influencia de vuelta al universo ‘Star Wars’ tanto en el Episodio VII como el de las escasas partes rescatables de ‘Rogue One’. Grandes personajes, gran pulso para el diálogo ingenioso y su narración la convierten en una imprescindible aventura espacial.

‘Hijos de los hombres’ (2006)

Algo me decía, hace diez años, que esta película iba a tener más repercusión en el futuro, a pesar de las diversificadas críticas que recibió en el momento de su estreno (hubo incluso quienes no comulgaron con su escenario de ciencia-no-ficción). Efectivamente, cuesta encontrarse un medio de cine que no ponga a esta visionaria pieza en su número uno de ciencia ficción del nuevo siglo. Yo no seré menos, pero aunque haya decidido usar un salomónico orden cronológico, esté es el número uno, claro. Verla hoy da más miedo aún que el día de su estreno.

‘Los Cronocrimenes’ (2007)

Han pasado diez años y aún parece que el público español no la ha asimilado como el resto de la comunidad internacional. Vigalondo diseña un follamentes a base de paradojas simultáneas, a modo de matrioska y comedia costumbrista. O algo parecido. Su tono tragicómico se vuelve más y más oscuro, rozando con los dedos al cine de terror en ocasiones. Hay muchas películas indies de viajes en el tiempo, pero ‘Cronocrímenes’ va mucho más allá que ‘Primer’ (2004) e incluso tuvo una especie de exploit en la notable ‘Triangle’ (2009).

‘La niebla’ (2007)

Las muestras en las que la ciencia ficción y el terror se alían para dar una obra memorable. En esta adaptación de Stephen King, pronto en la televisión, Frank Darabont consigue elaborar un discurso sobre la América post Bush y las políticas del miedo y el fanatismo a base de refrasear los clásicos de invasiones de monstruos de los años 50. Su tono de drama visceral contrasta con la falta de explicaciones sobre la aparición de todo tipo de criaturas, experimentos gubernamentales, otras dimensiones, presencias lovecraftianas, en un acercamiento a la scifi cósmica universal.

‘District 9’ (2009)

Cuando Neill Blomkamp todavía era una promesa, sorprendió saliendo de la nada y se convirtió en un éxito a todos los niveles. La fórmula fue una combinación de acción explosiva y agudo comentario social disfrazado de ciencia ficción de alto concepto, descubriéndonos de paso al gran Sharlto Copley y a esos inolvidables aliens parias llamados «gambas» en un barrio de chabolas fuera de Johannesburgo. Otra tremebunda metáfora que aun hoy no hemos acabado de asimilar, y además puso un nuevo techo a la perfección del fotorrealismo infográfico.

‘Beyond the Black Rainbow’ (2010)

Este homenaje a la ciencia ficción de los años 70 dirigido por el hijo del director de ‘Rambo II’ (1985) es una rareza fuera de toda categorización. Su ritmo meditativo y su construcción visual hipnótica, da lugar a una fascinante obra de salas de arte y ensayo con estilo sobre fondo, en la que caben Jodorowsky, Nicholas Roeg, el primer Michael Mann, Cronemberg, Argento o Ken Russell. Una pieza de culto que no tiene nada que ver con lo hecho a su alrededor, quizá con la excelente ‘Under the skin’(2013), a la que le ha quitado el puesto por muy pocos puntos.

‘Monsters’ (2010)

El caso del debut de Gareth Edwards marca un antes y un después en el género, no ya por su calidad intrínseca, que la tiene, sino por su importancia a nivel industrial. Que con presupuesto de menos de medio millón de dólares consigue establecer un mundo, un instante, y llevarlo a buen puerto hasta el final. Un buen guion, usando el esquema de road movie romántica en un mundo infestado de aliens que apenas hacen aparición, pone la guinda. Sentó un precedente para una industria alternativa con miles de historias y voces que no requieren ya apoyo de estudios.

‘X-Men: primera generación’ (2011)

Es difícil diferenciar, lo que es un subgénero en sí mismo como el de los superhéroes, con la ciencia ficción, pero siendo estrictos, hay más de una razón para considerar el universo mutante una distopía en sí misma, apartada de la lógica del resto de Marvel o DC. De hecho, sus elementos de ciencia ficción al uso están más implementados en el cine. Junto con ‘Logan’ (2017), esta es la mejor visión del universo X-men, pero también una deliciosa epopeya con mutantes perseguidos por el gobierno y una relectura de la historia bajo su óptica digna de la gran scifi.

‘Trilogía Planeta de los simios’ (2011-2017)

La aparición, un poco por sorpresa de ‘El origen del planeta de los simios’ (Rise of the Planet of the Apes 2011), resultó ser una de las revelaciones del año: una historia de reinicio inteligente, basada en gran concepto y creando un hito en el desarrollo de personajes con captura de movimiento y el gran Andy Serkis como el chimpancé César. A falta de la tercera entrega, las dos primeras son un triunfo como ejemplo de elevar un blockbuster y mostrar que la ciencia ficción de calidad y el estreno en multisala pueden ir de la mano sin perder la esencia. Su recorrido por el proceso de levantamiento primate es de una escala épica.

‘Looper’ (2012)

Rian Johnson acabó de consagrase como guionista y director con esta ficción sucia y terrible de sicarios en el tiempo. Piensa en el poli intertemporal de Van Damme pero en el bando opuesto. Joseph Gordon-Levitt y Bruce Willis interpretan la versión joven y madura del mismo asesino que debe acabar consigo mismo, dando una vuelta más al mundo de las paradojas intertemporales que da un giro inesperado y bien emplazado en su segunda mitad. No es casualidad que le hayan confiado ‘Star Wars: Los últimos Jedi’.

‘Interestelar’ (2014)

Podría haber elegido ‘Origen’ (Inception, 2010) perfectamente, pero, en mi opinión, esta mezcla de astrofísica, odisea en un escenario preapocalíptico ambiental y melodrama familiar en bloques temporales, muestra a un Christopher Nolan mucho más capacitado y maduro para dar forma a su habitual ambición. Las visiones del cosmos son espectaculares, sus conceptos de tiempo y espacio son puro Sagan (aunque se equivoque en incluir a presión el tema del amor) y la resolución tiene el efecto emocional esperado.

‘El día de mañana’ (2015)

Basada en el manga japonés ‘All You Need is Kill’, este thriller bélico-futurista es el segundo check con Tom Cruise en la lista, quien se encuentra atrapado en un bucle de tiempo interminable, muriendo en batalla contra invasores alienígenas para despertarse el día anterior para repetir todo de nuevo. Como un día de la marmota en versión scifi, también sirve como crítica al carácter repetitivo e inútil de la guerra, sin renunciar a un sentido del humor negro que parece compartir cierto universo con la excelsa ‘Starship Troopers’ (1997).

‘La llegada’ (2016)

A pesar de su idea subyacente algo cercana a los postulados provida, la sorprendente visión de la invasión alienígena de Denis Villeneuve es lo más cerca que ha estado el cine de género comercial a acercarse a la ciencia ficción literaria, tampoco había fallo, dado que se basa en la historia corta de uno de los escritores de ciencia ficción más aclamados actualmente: Ted Chiang. Conceptos de sci-fi dura y genuina, dentro de un blockbuster de autor, emocionante, conmovedora y con una interpretación de Amy Adams de las que quedan para el recuerdo.



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